Conducir motos de agua se ha convertido en un deporte al que cada vez se le suma más gente. El hecho de ir por el mar paseando en una moto acuática mientras corre por tu cara la brisa marina, es una sensación única. Si quieres empezar en las motos de agua, te damos consejos para conducir una moto de agua. ¡Apunta!

Lo que debes tener en cuenta al conducir

  • Lo primero que tienes que tener en cuenta es que, para poder manejar una moto acuática, deberás estar en posesión de una titulación de patrón para navegación básica o embarcaciones de recreo o una certificación de capitán de yate. Si no la tienes, solo podrás conducir este tipo de motos cuando son de alquiler por horas en un circuito cerrado.
  • En cuanto a las normas de seguridad, deberás fijarte en que dispongas de chaleco salvavidas y tener el dispositivo “hombre al agua” bien conectado. Este dispositivo hace que, en caso de caerte, la moto se pare sola. 
  • Por supuesto, deberás conocer las normas de seguridad y la de tus acompañantes. Sigue todas las directrices que hayas aprendido una vez arranques la moto y vaya a mar abierto. En caso de que haya otras personas con motos de agua, deben mantener una distancia de 50 metros.
  • Revisa bien la moto antes de meterla en el agua. Observa que todos los componentes funcionen bien y sin problemas.
  • La postura es otro elemento fundamental a la hora de conducir una moto. Si el mar está en calma, sigue sentado y respeta la distancia de seguridad con otros conductores. Por el contrario, si aparecen olas, deberás ponerte ligeramente en pie con las rodillas flexionadas. Recuerda que estas motos no tienen frenos. la única forma de parar es no acelerar.
  • Hay complementos que no pueden faltar si vas a dar un paseo con tu moto por mar abierto. las gafas de sol y los guantes no pueden faltar. En caso de que quieras llevar el móvil para hacerte foros, lleva una funda a prueba de agua. Lleva también un silbato por si tuvieras problemas y agua fresca para beber
  • Por supuesto, antes de coger la moto de agua, deberás fijarte en el tiempo atmosférico. Si hace malo, mejor no te arriesgues. Observa las condiciones del agua y del viento, así como la visibilidad que hay. Si hay agua revuelta, no te metas.